El juego de Ender

El Juego de Ender

Una de las formas más divertidas y efectivas de adquirir y fijar un conocimiento es a través del juego. Nos permite experimentar roles y tomar decisiones para avanzar, y si está bien diseñado, nos expone a situaciones infinitas que tienen su traducción en la vida real.

En este trabajo, Henry Jenkins y otros hablan sobre el potencial de los juegos en la educación, y empieza recordando el argumento de la novela El juego de Ender de Orson Scott Card, en el que se instruye a los reclutas más brillantes desde que son niños para enviarles a la guerra, siempre a través de juegos, tanto electrónicos como físicos.

El juego de Ender
El Juego de Ender

Además de para matar insectores, para aprender cosas sobre economía y finanzas, o sobre sus bases, puede servir cualquier juego en el que la estrategia y la negociación marquen la diferencia entre ganar o perder. La suerte también debe intervenir, por supuesto, como lo hace en la vida real, pero si el juego está bien balanceado una buena estrategia debe poder sobreponerse a un golpe de suerte (buena o mala). Los juegos de azar nos pueden enseñar también sobre la materia, pero más bien sobre lo que no se debe hacer.

Yo he aprendido bastantes cosas gracias a los juegos de estrategia (en tiempo real y por turnos). Creo que el primero fue el Civilización de Sid Meier. El Age of Empires, su continuación Age of Kings y en especial su expansión Age of Conquerors me absorbieron durante una temporada. Hubo unos cuantos también de administración de recursos y gestión de ejércitos y sociedades, como el Starcraft, el Warcraft, Dune, Command and Conquer, etc. Todos ellos, con otros jugadores online tienen una vertiente de negociación muy potente, con alianzas, traiciones, sinergias, etc.

Civilization 1
Civilization 1

También son bastante aprovechables los simuladores, que te permiten ser el gestor tanto de ciudades, como el original SimCity, como de todo tipo de negocios e instituciones (suelen llevar la palabra Tycoon (magnate) como sufijo), ya sea un parque de atracciones (RollerCoaster Tycoon), un emporio logístico (Transport Tycoon), una granja, un hotel, un zoo, un hospital, un complejo turístico, hasta había uno que gestionabas el cielo y el infierno, y cuyo nombre no recuerdo (quizá fuera God?).

El origen de todos estos juegos electrónicos son los juegos de mesa (o de tablero en su acepción más retro). Los juegos de mesa tienen su encanto, además te permitían jugar con otras personas cuando aún no había internet. Y luego, cuando había internet, si se iba la luz. En el sur de España no somos muy dados a los juegos de tablero (por lo menos, no a los de estrategia), yo creo que por el tema del clima que nos ha hecho ir más a la calle, al contrario que en zonas del Norte de España y sobre todo en Europa, donde tienen mucho arraigo. Pero una vez que se conocen es muy fácil aficionarse a ellos.

Market Madness
Market Madness

Los juegos de mesa tienen unas enormes posibilidades en el aula, porque además de permitir participar a un grupo grande de jugadores (que se pueden organizar en equipos), poseen el aspecto manipulativo que es tan pedagógico y nos permite asociar la experiencia sensorial al aprendizaje. Además, casi seguro que los alumnos van a jugar a los juegos electrónicos por su cuenta.

Por eso propongo los siguientes juegos de mesa para introducir en las clases de educación financiera:

– En la línea de los que veníamos hablando en su versión electrónica, hay muchos buenos juegos de mesa de estrategia, administración de recursos y negociación, como Caylus, Colonos de Catán, Puerto Rico, etc.

Monopoly y Antimonopoly. El Monopoly es el primer juego en el que habrás pensado al leer el título de este post. Es el más clásico, y creo que también el más aburrido. El objetivo es hacerse rico a través de las propiedades inmobiliarias. En respuesta a este juego, un profesor universitario diseñó en los años 70 el Antimonopoly, en el que la ciudad está «monopolizada» al principio del juego, y los jugadores compiten para devolverla a un sistema de mercado libre.

Antimonopoly
Antimonopoly

– En realidad, el contrario del Monopoly no es el Antimonopoly, sino el Bancarrota, en el que gana el jugador que más rápido pierda un millón de euros. Al comenzar tenemos un fajo de billetes y un paquete de acciones, y entre las múltiples formas de gastar el dinero hay que jugar en casinos, derrochar en lujos y apostar en la bolsa y en las carreras.

Acquire, en el que un magnate debe usar los mecanismos de fusión, adquisición, splits, para hacerse con el mayor imperio inmobiliario costero.

Wealth of Nations – bastante abstracto, simula varios aspectos de la economía como la banca y las inversiones que hay que desarrollar para una nación entera.

(continúa…)

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