El niño no trabaja para satisfacer una fuerza externa, sino que su trabajo construye al ser humano . El entorno educativo no debe ser como el mundo, porque el progreso no se reduce a logros sociales externos al individuo, y la disciplina no debe ser impuesta, mucho menos colectivamente.

La primera educación del niño no ocurre estando en contacto con la sociedad, sino en un entorno adecuado a su naturaleza, desarrollando su personalidad, su disciplina interna, su capacidad de concentración y su sentido de responsabilidad personal.

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