Defender Montessori
Defender Montessori como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las familias tradicionales
y las alternativas
defender Montessori como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender Montessori como una bandera
defenderla de la AMI y de las guías
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender Montessori como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de ser los más montessorianos
defender Montessori como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de la educación convencional y las Consejerías
defender Montessori como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de Waldorf y de Reggio,
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de Montessori.
A la espera de la primera novela de la saga épica-ibérica-histérica que narra nuestras desventuras, hoy me he decidido a publicar mi versión de este poema arrollador, dedicado a mis optimistas y atribulados compañeros montessorianos españoles.